Auditorio del Parque ecoturístico Tehuacán (antes, “León de piedra”).

El Parque ecoturístico Tehuacán, ubicado en Tecoluca, en el departamento de San Vicente, es un área de 78 manzanas declarada reserva natural por el Ministerio de Medio Ambiente, en las faldas del Chinchontepec. El parque cuenta con un restaurante, una piscina para baños y otra como cultivo de tilapias, una zona de cabañas para dormir y un auditorio; todo esto en 4 manzanas de construcción. El resto lo conforman dos rutas de veredas naturales cuyos fines son dos miradores.

El parque nace como respuesta a la necesidad de las poblaciones aledañas de proteger la tierra que contiene dos de los tres nacimientos de agua que están en su interior y que abastecen a estas personas. Cinco de las comunidades de Tecoluca son dependientes por tanto de la preservación del área. Al mismo tiempo, se ideó la creación de un espacio para la discusión cultural-educativa, para eventos, charlas y talleres; un auditorio.

El arquitecto del parque, Guillermo Altamirano, con maestría en Arquitectura Bioclimática en la Universidad Politécnica de Madrid, se ha especializado en el diseño arquitectónico que corresponda a las necesidades especificas del trópico, aprovechando las ventajas del clima en sus diseños y a la vez protegiendo y minimizando los efectos adversos de este, utilizando técnicas arquitectónicas bioclimáticas para dicho fin. Es decir, que usa elementos arquitectónicos cuya funcionalidad primaria es ampliada y explotada con el fin de proveer al la edificación del clima cómodo y e ideal para su funcionamiento correcto de forma pasiva disminuyendo, casi en su totalidad, costos de mantenimiento.

Y así surge la idea de un auditorio dentro del programa para contribuir al desarrollo cultural, en 253m2 . Cuenta con una sala de usos mútiples, sanitarios, una sala principal de audiencias para 150 personas y un escenario de 48m2. Una estructura visualmente liviana que, a través de materiales crudos de bajo mantenimiento, funciona girando alrededor de esos principios de la arquitectura bioclimática.

Los elementos que comparte con las demás edificaciones del proyecto, como cortasoles de madera de pino horneada, uso de mallas mosquiteras en las ventanas, cubiertas en pendientes suaves elevadas sobre los envolventes, estructuras vistas, uso de rocas volcánicas; junto con el ambiente natural determinaron la orientación justa de los volúmenes arquitectónicos para la preservación de los árboles en su estado nativo y hacen de este auditorio un símbolo de protección, económico y de reseña a la naturaleza.
El auditorio, así como el parque, funciona gracias al empleo de mano de obra proveído por estas comunidades y adquiere ingresos económicos. La reserva protege el agua de la población, ofrece esparcimiento físico y cultural y a la vez esta última garantiza su sostenimiento.

Fachada

-Observar el ventanal de madera que permite la ventilación, sin dar paso al sol-

Alrededor de la naturaleza, lo que le permite ser un diseño fresco.

Mobiliario y ventilación

Estructura del techo

Auditorio amplio

Algunos acabados, bien adaptados al ambiente.

Ventanales

-Observece que se mantiene la misma idea de tapar la luz del sol y dejar pasar la ventilación-

Cuenta con un inmenso paisaje

Información

Luis Barrillas

Alberto Segovia

Fotos:

Alberto Segovia